Cuando preguntamos por qué se llama propiedad horizontal seguramente intuyes la respuesta: aquellos pisos o departamentos adquiridos por distintas personas de forma independiente comparten un espacio común.
Nos referimos a esas residencias que ves en las series humorísticas americanas o españolas y que terminan por convertir el vecindario en un caos.
En este tipo de propiedades existen mecanismos para reglamentar las divisiones del inmueble y la relación de cada parte con el resto de los bienes comunes. Eso es: para evitar conflictos y lograr que la convivencia fluyaen paz y armonía, como debe ser.
Si necesitas conocer más detalles de los edificios con varios propietarios, de los barrios cerrados u otros inmuebles con características similares, quédate.
Explicaremos cuáles son aquellas leyes inviolables que regulan los deberes y derechos de sus dueños e inquilinos. Lee hasta el final.
Una de las preguntas más comunes de una propiedad horizontal está relacionada con los límites entre partes propias y comunes.
Las partes propias son cada uno de los apartamentos o pisos que a nombre de una persona en específico. Mientras, las comunes son aquellas que están a merced del consorcio: escaleras, pasillos, ascensores, terrazas y sótanos, etc.
El conjunto de propietarios de los diferentes apartamentos. Estos deciden por votación aquellas decisiones que pueden afectar las partes comunes del edificio.
Por su parte, los inquilinos pueden participar en las reuniones de consorcio, pero no tienen ni voz ni voto para tomar decisiones.
Cuando el edificio tiene estructuras independientes, podrás encontrarte más de un consorcio.
Podríamos poner ejemplos de subconsorcios en galerías comerciales e, incluso, barrios cerrados y countries. En algunas regiones de Argentina, los dos últimos tienen potestad para adecuarse a los artículos legales de la propiedad horizontal para edificios.
En las propiedades horizontales debe garantizarse la convivencia entre los vecinos. Por ello, los acuerdos no solo deben quedar en palabras: leyes, se necesitan leyes para regular y garantizar la tranquilidad y el mutuo entendimiento, los derechos y obligaciones.
¿Cómo lograrlo? A través de cargos elegidos por la comunidad: la Junta de propietarios, el presidente, el secretario y el administrador.
Entre todos redactarán unos estatutos que tendrán que ser elevados a escritura público y regularán los comportamientos de los residentes: el reglamento de copropiedad.
Dicho reglamento evitará problemas futuros porque aclararán minuciosamente los elementos comunitarios y privativos del edificio o del barrio cerrado. Y cuando haya más de cuatro vecinos en una propiedad, deberá quedar clarísima la cuota de participación de cada uno de ellos.
En la propia asamblea deben quedar resueltos los temas de la vida del consorcio: la contratación del personal, las reparaciones y obras que deben realizarse, el pago de las expensas, etc.
¿Las decisiones en caso de conflictos? Siempre serán tomadas teniendo en cuenta la opinión de la mayoría absoluta, la mitad más uno.
Luego de leer hasta el final nuestro artículo, esperamos que hayas podido entender por qué se llama propiedad horizontal a las residencias donde existen espacios de uso comunes.
La máxima queda clara: todos los propietarios tienen obligaciones de cumplir con el reglamento y pensar en el bien de la vecindad.
Si actualmente vives en edificios, barrios cerrados u otra propiedad horizontal déjanos tu experiencia en los comentarios.
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