Ser dueño de un terreno y no contar con sus escrituras es un verdadero riesgo. Hay que decirlo así, sin vueltas ni rodeos, porque es una situación en la que no te conviene estar.
Tanto el que compra como el que hereda un terreno sin escrituras, aun cuando tenga el título de propiedad, corre el peligro de perderlo si no resuelve legalmente la situación.
Con esto no queremos asustar a nadie, pero mantener hoy en día un terreno sin escrituras es una bomba de tiempo.
En realidad, cada caso es diferente y las circunstancias de por qué un terreno no está inscrito también. Pero si estás pasando por algo parecido, te recomiendo que te tomes esto como un problema muy serio que tienes que cambiar de inmediato.
Eso sí, que no decaiga el ánimo. Este problema tiene solución, aunque te parezca lo más difícil del mundo.
Sigue leyendo que ahora mismo te damos más detalles para que entiendas por qué puedes perder un terreno que no está inscrito en el Registro de la Propiedad y lo que debes hacer para corregir esta situación. Así podrás conservar tu patrimonio.
El principal riesgo lo dejamos claro desde el comienzo: un terreno “sin papeles” se puede perder. Aunque tengas posesión sobre este, si no cuentas con las escrituras, no eres el propietario legal.
Muchas personas cometen el error de creerse dueños porque ocupan el terreno, pero en realidad no funciona así.
Tal vez hayas comprado el terreno “de palabra”, es decir, firmaste un documento privado, pero no lo inscribiste públicamente.
Otra probabilidad es que hayas heredado la propiedad pero que no exista constancia de ello en el Registro. Igual corres el riesgo de reclamaciones. No importa si te parece justo o no, los papeles tienen la última palabra.
En ese sentido, la ley puede que proteja a determinados poseedores para que sigan ocupando de forma pacífica el terreno, pero no sucede así en la mayoría de los casos.
Entonces, ¿por qué arriesgarse a que aparezca un tercero exigiendo derechos? Lo más prudente es conseguir las escrituras y recibir la máxima protección posible. ¡Ahora te explicamos cómo hacerlo!
Lo primero que necesitas es presentarte ante un notario. A través de este funcionario establecerás tus derechos y obligaciones legales sobre el terreno y quedará registrado públicamente que te pertenece.
Como es lógico, para hacer la escrituración necesitará tus datos personales y algunos detalles del lugar como ubicación y superficie. También debes presentar el título de propiedad
Como resultado final del proceso tendrás una copia del documento notarial. Aprovecha para revisar que estén bien tus datos personales y que no haya abreviaturas ni tachaduras, aunque sea raro puede suceder.
Recuerda que es un escrito de carácter legal y conviene que todo esté en regla para que el proceso finalice de una vez por todas y puedas disfrutar tranquilamente de tu propiedad.
Por último, te aconsejo que consultes a un abogado especialista para obtener más información.
Con su ayuda, podrás establecer las características específicas de tu caso y recibirás orientación de calidad y paso a paso, para que el tema de las escrituras del terreno deje de ser la peor de tus pesadillas.
Mientras, no olvides que aquí también puedes asesorarte de forma rápida sobre este y otros temas de interés inmobiliario.
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